La lettre de la Preuve |
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ISSN 1292-8763 |
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La demostración en el álgebra
de los árabes Mahdi Abdeljaouad
El desarrollo del álgebra de los árabes comenzó en el siglo noveno como un intento de construir una ciencia basada en prácticas de cálculo que fueran comunes a varias ocupaciones (artesanos, comerciantes, jurisconsultos, escribas, calculadores, astrónomos, etc.). Esta ciencia se estructuró en tres sistemas de conocimientos : las ecuaciones, los irracionales, y las incógnitas. Estos sistemas, cuyas premisas se encontraban ya en las ciencias antiguas y en la ciencia india fueron construídos según su propia lógica y sus propios métodos, pero tambien bajo la intensa influencia de otros sistemas ; a partir del siglo XII esta disciplina había constituido un cuerpo autónomo de conocimientos, con sus propios especialistas Ahl al-Jabr (los algebristas), sus conceptos, sus tipos de razonamiento, sus estereotipos, y por supuesto sus resultados. Si intentamos entender el estatuto de la prueba en el álgebra árabe, nos vemos obligados a identificar los tipos de prueba específicos de cada uno de esos sistemas, y en particular aquellos que los algebristas reconocían como válidos. 1. Una tipología de las ecuaciones y sus algoritmos asociados Cuando el califa al-Ma'moun pide a al-Kwarizmi (780-650)
que éste escriba el primer tratado árabe del álgebra,
su intención era poner a disposición del público
una herramienta que sintetizara una multitud de conocimientos dispersos
relativos a la resolución de problemas cotidianos. El tratado
de al-Khwarizmi es breve, y su objetivo explícito es de dar un
lenguaje para expresar una práctica comunmente usada por los
calculadores : el uso de ecuaciones para representar problemas y la
resolución de ecuaciones lineales y cuadráticas con coeficientes
enteros o fraccionarios positivos. Al-Kwarizmi identifica seis ecuaciones
canónicas a las que en principio todo problema debería
poderse reducir ; y propone un algoritmo para la resolución de
cada una de ellas. La originalidad de este trabajo no se encuentra en
los algoritmos propiamente dichos, algunos de los cuales ya se encontraban
en la matemática egipcia, otros en la de los babilonios y la
mayoría en la matemática india. La originalidad se encuentra
en la decisión del autor de clasificar las ecuaciones canónicas
y de establecer un vocabulario tanto para los objetos matemáticos
(por ejemplo, mãl-algo--, jidhr-una raíz-y
'adãd-un número dado) como para las relaciones
y aún para los razonamientos. Todo lector capaz de calcular con
enteros naturales o fracciones conoce algo de este nuevo vocabulario
: para las operaciones, Al-Kwarizmi usa los términos adición,
sustracción, multiplicación, y división que ya
se usaban comunmente en aritmética.
Un nuevo término, shay (una cosa) se importa del lenguaje ordinario y se usa para referir a la cosa buscada. Se la emplea para identificar dentro del problema el número a determinar a partir de los números dados. Una ecuación deviene así el establecimiento de una ralación binaria, mediante la igualdad, de tres especies (a los que hoy en día llamaríamos monomios) : las cosas (shay), sus productos por sí mismos (mãl) y los números dados en el enunciado ('adãd). El estatuto de la incógnita va a evolucionar rápidamente, como veremos en la sección 4. Los algoritmos de resolución de ecuaciones cuadráticas se estandarizan a partir del siglo XIII, gracias a las formulaciones simbólicas de los algebristas magrebíes (pero no solamente de ellos). Este lenguaje simbólico es utilizado en los razonamientos heurísticos (como diríamos hoy en día, en los cálculos " en borrador " ) antes de ser traducidos al lenguaje ordinario (retórico) necesario para la comunicación de resultados. En ciertos tratados de álgebra, como el de al-Qalasadi (1412-1486), los símbolos magrebíes reemplazan aún a sus equivalentes retóricos. El ejemplo siguiente ilustra perfectamente esta transformación de los razonamientos estereotipados en escrituras simbólicas : El encademaniento lógico del razonamiento se traduce
en una sucesión de ecuaciones o de resultados intermedios, cada
uno de los cuales ocupa un renglón y se lee de arriba hacia abajo
sin utilizar conectores lógicos. Las reglas son implícitas
pero visibles. Las ecuaciones de tercer grado La tipología de las ecuaciones cuadráticas será extendida a las ecuaciones de tercer grado por Omar al-Khayyam (1048-1131) y por Sharaf ad-Din at-Tusi (1135-1213) quienes en lugar de proponer soluciones mediante radicales buscarán soluciones geométricas. Comentaremos sobre sus contribuciones en la sección 3. 2. La aritmética de los números irracionales Mientras que al-Khwarizmi no utiliza sino enteros naturales
y fracciones como coeficientes de las ecuaciones canónicas tratadas,
sus sucesores inmediatos, como Abu Kamil (850-930), o posteriores como
al-Karaji (953-1028) extienden los cálculos algebraicos a ecuaciones
cuyos coeficientes pueden ser irracionales. La aritmética de
los irracionales, embrionaria en al-Khwarizmi, deviene un capítulo
autónomo preliminar a toda teoría de ecuaciones. Las herramientas
usadas son explicitamente Euclideanas y se encuentran en el libro X
de los Elementos de Euclides. Los razonamientos y las verificaciones
son geométricas. 3. Las pruebas geométricas Lo que distingue a al-Khwarizmi de sus predecesores de
la antigüedad o de la India es su deseo de justificar los algoritmos
de resolución de las ecuaciones cuadráticas. " He
indicado " dice él " los algoritmos precisos
para la resolución [de esas ecuaciones] y he propuesto para cada
uno de ellos un diagrama que permite deducir la justificación
[del resultado]. " Esta parte del tratado de al-Khwarizmi no
sirve de nada al calculador, pero permite al autor mostrar que su trabajo
es científico, en el sentido de que sus objetos matemáticos
han sido definidos y las propiedades que se derivan de aquellos han
sido demostradas. Sin embargo las pruebas son pragmáticas, se
apoyan en diagramas a los que hay que observar y usar en un razonamiento
cuyas etapas son asistidas por el lenguaje ordinario : Adición
o sustracción de figuras al diagrama inicial, aplicación
de areas o atención a la homogeneidad de los términos
sobre los que se opera son practicas euclideanas reconocidas (cf Arsac,
1999) pero no se observan referencias directas a Euclides. Las pruebas euclidianas Como especialista en las obras matemáticas griegas
y guardián del Templo, Thabit ibn Qurra propone, en un breve
opúsculo intitulado " Corrección de problemas
de álgebra mediante pruebas geométricas, " las
primeras pruebas " aceptables " para la comunidad de
geometras. El lenguaje y el tipo de razonamiento son los de Euclides.
La prueba se divide en dos partes, la primera tiene como objetivo asociar
a la ecuación cuadrática dada una figura geométrica,
la segunda hace referencia directa en sus argumentos a las proposiciones
del Libro II de los Elementos. Las formas lógicas "
P implica Q " y " Q se sigue de P " se utilizan frecuentemente.
Thabit prueba el algoritmo para las ecuaciones cuyos coeficientes son
números cualesquiera representados por segmentos y no solo para
casos particulares. En este sentido sus demostraciones poseen un caracter
más general y más intelectual que aquellas de al-Khwarizmi.
Thabit termina cada demostración mostrando la concordancia entre
sus resultados y aquellos obtenidos por ahl al Jabr (los algebristas).
(Van der Waerden, pp.18-20 ; Berggren, p.106-8). Una teoría geométrica
de las ecuaciones Desde la antigüedad, numerosos problemas de geometría
(tales como el de la trisección del ángulo o el problema
de las dos medias) se reducen a ciertas ecuaciones de tercer grado.
Omar al-Khayyam, organizando resultados dispersos busca clasificar todas
las ecuaciones de tercer grado y resolverlas. La tipología obtenida
permite identificar " todos los tipos de ecuaciones de tercer
grado, clasificadas formalmente según donde se ubican en los
miembros de la ecuación, los términos constantes, los
de primer grado, los de segundo, y los de tercer grado. Para cada uno
de esos tipos, al-Khayyam encuentra una construcción de una raíz
positiva para la intersección de dos cónicas "
(R.Rashed, p.43). Omar al-Khayyam tambien se sitúa completamente
dentro del marco teórico euclideano, haciendo precisos los conceptos
de magnitud y unidad de medida utilizados y respetando los principios
de homogeneidad en las especies con las que él opera. Omar se
refiere contínuamente a los capítulos geométricos
y aritméticos contenidos en los Elementos, así
como a los resultados de Apolonio sobre las propiedades de las cónicas.
Para al-Khayyam, " la demostración numérica se
concibe a partir de la concepción de la demostración geométrica
" (R.Rashed-B.Vahabzadeh, p.140). 4. Una aritmética de las expresiones polinomiales De las pruebas ingenuas
Cuando al-Khwarizmi se esfuerza por justificar la suma de dos trinomios, a los que nosotros escribiríamos como 100 + x2 + - 2x et 50 + 10x - x2 él nos demuestra su incapacidad para representar tal suma mediante una figura geométrica. Dice " No pudiendo mostrarla mediante un diagrama, su necesidad sigue del lenguaje. " Y procede según la práctica ordinaria de operar sobre cantidades comparables (sumar números a los números, raices a las raices, cuadrados a los cuadrados). Una aritmética ingenua de las expresiones algebraicas surge, teniendo como principal referente a la aritmética de los enteros naturales y de las fracciones. Con Abu Kamil, y luego con al-Karaji, esta aritmética se constituirá luefgo en ciencia autónoma.
Preguntándose acerca del estatuto del algebra y
comparándolo al de la geometría, al-Karaji escribe : "
La una se funda sobre el segmento, la otra sobre la cosa [Shay]
La primera posee una figure percibida por la visión, mientras
que la segunda posee una forma conocida de manera innata, concebida
por la inteligencia
La cosa, de acuerdo con esta definicion, es
como el segmento a la cual la geometría descubre para poder usarlas
como medida, y así todos los segmentos que son conmensurables
son conocidos
" (S.Ahmad, p.72). Retomando casi palabra
por palabra el prólogo de la Aritmética de Diofanto,
traducida al árabe por Qusta ibn Luqa (870-912), al-Karaji fija
definitivamente la terminología algebraica árabe : al-Majhoulãt
(las incógnitas), se componen de Shay (la cosa), de
sus potencias sucesivas (mãl , kaãb, mãl-mãl,
mãl-kaãb, etc) y de sus inversas. Se opera con ellas
formalmente, multiplicando y dividiendo las incógnitas entre
ellas, y tambien sumando o restando los unos a los otros y extrayendo
raíces cuadradas, lo que permite definir nuevas incógnitas
(que no son otras que las expresiones polinomiales : monomios, binomios,
trinomios, etc. ). Al Karaji precisa : " igualmente, [operar]
en el campo de las incógnitas permite mantenerlas dentro de ese
campo ; es decir que se mantienen siendo incógnitas a menos que
sean parte de una ecuación " (Anbouba, p.47). La representación mediante
tablas Un autoproclamado discípulo de al-Karaji, el algebrista
As-Samaw'al (1130-1174), designa a los polinomios como las expresiones
con imágenes conocidas. En efecto, las imágenes conocidas
de las que él habla son los coeficientes de los polinomios, a
los que él escribe usando la numeración decimal indoárabe
y los representa usando una tabla, haciendo los cálculos en una
pizarra. Así, por ejemplo, " Tres Kaâb más
dos Mal, menos siete Shay, catorce Dirham y treinta
y siete partes de Mal " lo que en símbolos modernos
sería 3x3 + 2x2
- 7x + 14 + 37x-2 , él lo representa
como:
La primera línea de la tabla contiene el nombre
de las potencias (al-Maratib) de la incógnita o de sus
inversos. La segunda línea contiene las " imágenes
conocidas, " es decir los coeficientes escritos en cifras indias.
Con la excepción de uno de los dos términos extremos (el
de mayor o el de menor grado), los otros coeficientes pueden ser negativos,
y la ausencia de una potencia se indica con un cero. Todos los algoritmos
de la aritmética indoárabe se pueden generalizar por analogía
para la aritmética de los polinomios. La representación simbólica
magrebí Mientras que en Oriente la analogía entre la escritura
decimal de los números enteros y aquella de las expresiones en
imágenes comunes implica la utilización de la pizarra
y de las tablas, esta analogía le permite al Magreb desarrollar
una escritura simbólica de expresiones polinomiales como lo muestra
la siguiente representación de (probablemente) 8x9
+ 48x8 + 132x7
+ 208x6 + 198x5
+ 108x4 + 207x3
: Hemos evocado de manera rápida y esquemática el estatuto de la prueba en el álgebra de los árabes, tratando de insistir sobre la dependencia mutua de los sistemas de conocimientos en juego : las prácticas de calculo del siglo IX, la aritmética y la geometría euclideanas, el cálculo decimal y el análisis numérico de los indios, los métodos diofantinos de análisis numérico, todos los cuales son cada vez más diestramente manejados por los algebristas árabes quienes así construyen una ciencia autónoma en la cual los conceptos y los razonamientos evolucionan desde el estadio del balbuceo inicial al estadio de la confianza en sí mismo y que, en su apogeo, se permite a sí mismo el uso de un cierto simbolismo algebraico. Los estudios citados en la bibliografía permiten entender mejor estas transformaciones y aprehender su complejidad. Bibliografía Ahmad Salah et Rashed Roshdi (1972), Al-Bahir
en algèbre d'as-Samaw'al, édition de l'Université
de Damas.
Reacciones y observaciones a la contribución de Mahdi Abdeljahouad
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